La Palabra de Dios es a tu espíritu lo que el pan es a tu cuerpo. Pero no solo podemos vivir de pan necesitamos vivir y meditar en la Palabra de Dios para alimentar a nuestro espíritu y nuestra alma día a día.
Pensar en la Palabra de Dios como alimento espiritual me ha ayudado a comprender mejor el papel importante que tiene la Palabra en nuestras vidas.
Creo que muchos de los problemas que enfrentamos hoy en la vida cristiana son causados por la desnutrición espiritual porque no le damos la importancia al escudriñar las escrituras y meditar en ella, esto podría resolverse si le damos a la Palabra el lugar apropiado en nuestras vidas.