La angustia

La angustia

En los momentos de angustia y de situaciones difíciles, nada es mejor que la calma.

Es sumamente necesario saber cómo aquietar nuestra alma. En los momentos de angustia, nada es más seguro que clamar al Señor Todopoderoso. Dios es el único que puede sacarnos de aflicción. La definición de la palabra aflicción según el diccionario es:

  • Causar molestia o sufrimiento físico.
  • Causar tristeza o angustia moral.
  • Preocupar, inquietar.
  • Sentir sufrimiento físico o pesadumbre moral.

La recomendación del salmista es: clamar al Señor.

“En su angustia clamaron al SEÑOR, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado” Salmo 107: 28: 30 NVI

En ese clamor está garantizada la respuesta de Dios siempre con una solución de bendición. El salmo dice “Cambió la tempestad en suave brisa”. Esas tempestades pueden ser calmadas de la mano de Jesucristo. Luego continua diciendo “se sosegaron las olas del mar”.  Es como el refrán popular: “después de la tormenta, viene la calma”.

En los momentos de angustia y de situaciones difíciles, nada es mejor que la calma. Sigo citando el salmo anterior “Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado”. Que poderoso este versículo. Las tormentas son inevitables, pero la seguridad de llegar a puerto seguro es mantenerse de la mano con el Señor, el Príncipe de Paz.

Jesucristo siempre estará con nosotros para socorrernos, en todo momento debemos de buscarle, nuestro refugio está en la presencia de Dios.

“Cambió la tempestad en suave brisa”

Si estás pasando angustia, o estás preocupado de algo, Dios es poderoso y desea ayudarte. Clama al Padre Celestial, y pide en el nombre de Jesucristo, que Dios responderá.

Te invito a leer el salmo 46

Pastor Eduardo Peraza

Eduardo Peraza junto a su esposa Jenifer son los pastores fundadores de Casa de Adoración Jesucristo el Libertador, en Killeen Texas.