¿Alguna vez has sentido que Dios no te habla o no te responde? ¿Has orado y sientes que no hay respuestas?
Es como si nuestro Padre Celestial estuviera muy ocupado, o lo único que se sientes es un profundo silencio. Parece que todo está detenido en nuestras vidas, en modo de pausa. Es como si frente a nuestra vida se haya plantado un muro de concreto impenetrable. Esos son los momentos donde la necesidad, la aflicción o la incertidumbre llenan nuestra mente de pensamientos que nos llevan por un camino angosto, hacia un desierto lleno de desesperanza.
Ante un panorama así, ¿cómo debemos actuar los hijos de Dios?
1) Manténgase conectado con Dios
Debes mantenerte conectado con Dios, con la oración te acercas a Él, incluso en lo que pareciera un tiempo de silencio, Dios escucha nuestra oración. A través de la oración podemos hablar con Dios, decirle cómo nos sentimos, pedirle que escudriñe nuestro corazón, nos revele su voluntad y nos guíe hacia su verdad. Aunque no oigas ni veas, haz todo lo posible para que no falte tu comunicación y adoración a Dios en el cual has creído por medio de nuestro Señor Jesucristo.
El Espíritu Santo mora en ti y te revelara la Palabra en tu corazón y te pasa desapercibida estas Escrituras porque es viva y eficaz.
No siempre el silencio es malo, solo debemos aprender a esperar y confiar en nuestro Dios Todopoderoso, Él tiene el control total. Y si alguien pregunta, ¿cómo yo espero en Dios? De la manera que Él ha establecido en su Palabra: orando, adorando y cantando alabanzas, sabiendo en Fe que todo obrará para bien para aquellos que aman a Dios. Él concederá los anhelos más profundos de tu corazón, y de esta manera experimentarás la presencia del Señor en tu vida.
Jenifer Peraza junto a su esposo Eduardo son los pastores fundadores de Casa de Adoración Jesucristo el Libertador, en Killeen Texas.